Si hubiese alguna duda de que los eventos recientes en Puerto Rico han trastocado el territorio, permítaseme un ejemplo. La Borinqueña que es el himno nacional que se canta cuando se levanta la bandera o inicia algún acontecimiento, ha sido reescrita.
La música del español Félix Astol Artés apareció en 1867 como una danza habanera. La Borinqueña originalmente fue un poema compuesto en 1868 por Lola Rodríguez de Tió en apoyo a la revolución puertorriqueña que se adaptó a la música. Proscrito por su fervor de lucha, se creó una lírica no confrontacional. Uno de esos ejercicios de eufemismo que se repite con la nueva versión.
La letra original de Lola Rodríguez de Tió reza:
¡Despierta, borinqueño
que han dado la señal!
¡Despierta de ese sueño
que es hora de luchar!
A ese llamar patriótico
¿no arde tu corazón?
¡Ven! Nos será simpático
el ruido del cañón.
Mira, ya el cubano
libre será;
le dará el machete
su libertad…
le dará el machete
su libertad.
Ya el tambor guerrero
dice en su son,
que es la manigua el sitio,
el sitio de la reunión,
de la reunión…
de la reunión.
El Grito de Lares
se ha de repetir,
y entonces sabremos
vencer o morir.
Bellísima Borinquén,
a Cuba hay que seguir;
tú tienes bravos hijos
que quieren combatir.
Ya por más tiempo impávido
no podemos estar,
ya no queremos, tímidos
dejarnos subyugar.
Nosotros queremos
ser libre ya,
y nuestro machete
afilado está.
y nuestro machete
afilado está.
¿Por qué entonces, nosotros
hemos de estar,
tan dormidos y sordos
y sordos a esa señal
a esa señal, a esa señal?
¡No hay que temer, riqueños
al ruido del cañón,
que salvar a la patria
es deber del corazón!
ya no queremos déspotas,
caiga el tirano ya,
las mujeres indómitas
también sabrán luchar.
Nosotros queremos
la libertad,
y nuestros machetes
nos la dará…
y nuestro machete
nos la dará…
Vámonos, borinqueños,
vámonos ya,
que nos espera ansiosa,
ansiosa la libertad.
¡La libertad, la libertad!
La letra del que hoy es himno nacional fue escrita por el español Manuel Fernández Juncos en 1903, letra que fue adoptada por las escuelas públicas del país, hasta la oficialización de la música de Félix Astol Artés en 1952. La versión mofolonga la llama González Argueso.
La Tierra de Borinquén
donde he nacido yo
Es un jardín florido
de mágico primor.
Un cielo siempre límpido
le sirve de docer
Y los arrullos plácidos,
las olas a sus pies.
Cuando a sus playas llego Colón
exclamó lleno de admiración
Esta es la linda tierra que busco yo
Es Borinquén la hija,
la hija Del Mar y el sol
del mar y el sol
del mar y el sol.
Los eventos recientes y el junte de los artistas Ricky Martin, Bad Bunny, José Feliciano, Manny y el Jíbaro nos brindan una nueva versión a la misma melodía.
Celebra Borincano
el nuevo despertar
Sin machete en la mano
nos dimo’ a respetar.
Creo que suena ilógico
el ruido del cañón
Pues con marchas y cánticos
vivimos la nación.
Sin una muerte logramos
sacar la corrupción, la maldad
Esta es la nueva era, a celebrar
Donde el Boricua lucha,
unidos por la paz
Por la igualdad,
la libertad
La integridad
La dignidad.
Con todo lo que celebro y agradezco toda acción que nos saque del lamentable lapachero que arrastramos por toda la historia, reconociendo el ingenio y la generosidad de nuestros artistas que comprometen su talento y creatividad para asegurar que no volvamos a estancarnos, menos patinar o marchar en reversa, visto que es un asunto tan medular, la reflexión es obligada.
Confieso que mi versión predilecta es la de Doña Lola. Con lo primitivo que hoy resulte el machete e ilógico el cañón, son el registro de nuestra valentía y arrojo ante la opresión y eso no se sustituye ni se desmerece. Que si resultan preferible las marchas y los cánticos, sí, han demostrado ser efectivos. Que si la libertad ahora viene acompañada de la paz, la igualdad, la integridad y la dignidad. Pues qué bueno, queda claro que somos un pueblo más complejo y sabio de lo que se nos juzga; que la lírica refleje eso y lo más noble de nuestras aspiraciones está muy bien. Tampoco queda claro cuánta soga nos están dando y a dónde han de llevar y llegar nuestros reclamos.
Cada día se hacen más obsoletas las colonias y esa lógica no pasa desapercibida en el imperio, pero Puerto Rico es un money cow que produce beneficios y rendimiento de capital nada pingue. La capitalización de nuestra economía para que genere movilidad ascendente y racionalización del servicio público deben ser prioridades y eso no parece compatible con la Junta, que es quien manda en el país con el empeño de devolver el crédito en los mercados que nos han traído aquí.
El triunfo nada desdice lo empinado del camino que espera. El obstáculo principal que enfrentamos es la carencia de poderes para regir nuestro destino. Distintas sería las cosas si tuviésemos representación en Washington o la soberanía para escoger nuestro futuro, que son las opciones de resolver el entuerto, visto que lo que hay ahora se hace patente que no nos sirve bien.
Ante lo complejo de la situación, es mi impresión que harán falta todos los recursos existentes y disponibles. Metafórico o no, prefiero contar con el machete y el cañón, del mismo modo que no me sacaría los colmillos ni le quitaría al gallo sus espuelas.
Mas si de pluralidad se trata, pues adoptemos entonces muchos himnos, como lo hemos hecho con Verde Luz y yo juro que con Hijos del Cañaveral, que recogen con afecto profundo eso que somos. Si hemos despertado del sueño al llamar patriótico que arde en el corazón, podemos entonar la Borinqueña Revolucionaria, la de Llorens y la Post Rosselló.
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Copyright 2019 por José M. Umpierre. Foto de manifestacion cortesia de Sofia Bastidas. Bandera de Lares y imagen de Cristóbal Colón en el dominio publico. Imagenes de marcha con letrero y Congreso de los Estados Unidos copyright por Barrio Dog Productions, Inc.