Burundanga de Zocotroco
José M. Umpierre

Un grupo de interés han sometido a la Casa Blanca una petición para que el presidente decrete la Independencia de Puerto Rico por prerrogativa ejecutiva.
Se soltaron los caballos y el estrépito que han causado se ha hecho sentir en la médula de nuestra cultura política. Nada, que unos ciudadanos se constituyeron en grupo de interés y han sometido a la Casa Blanca una petición para que el presidente decrete la Independencia por prerrogativa ejecutiva. En estos tiempos de escándalos y rio revuelto en que todo parece posible, el reperpero que la petición ha suscitado es descomunal.
Los proponentes plantean un período de transición con fondos federales, que el gobierno federal provea $36,000 millones por dos décadas para desarrollar al país, opción que le ahorraría al gobierno federal $617,000 millones. Proponen que la república mantendría el uso del dólar estadounidense, no se alterarían los pagos del Seguro Social y los puertorriqueños pudieran mantener la ciudadanía estadounidense.
La capacidad provocativa de la propuesta y su significado se multiplica por la media en que Raimundo y todo el mundo han saltado a denunciar esta atrocidad, que violenta el derecho internacional y el modo democrático de hacer las cosas. Y yo aquí me discuto entre la hilaridad y la indignación. Me da risa el corre corre y como la ocasión provoca se saquen los verdaderos colores. A los proponentes le han caído chinches de todos lados y colores; ¿Como se atreven confabular con MAGA y solicitar la independencia a espaldas y en contradicción la voluntad del pueblo?

El asunto nos daria la singularidad historica de ser la unica colonia de obtener la libertad por decreto.
Apuntan los apostles de la inmovilidad, que esta alianza de independentistas teóricos con la ultraderecha republicana es peligrosa e irresponsable. Que en materia constitucional y jurídica, el derecho internacional provee un marco legal que debe gobernar el proceso mediante el cual una colonia adviene al autogobierno. Empujar un proceso por decreto presidencial no es temerario y antidemocrático. De progresar el asunto nos daria la singularidad historica de ser la unica colonia de obtener la libertad por decreto.
Argumentan los antagonistas del reclamo, que cualquier proceso que nos lleve a la soberanía debe iniciar mediante legislación en el propio Congreso y que se fundamente en un diálogo serio y responsable entre todas las partes. Igual apuntan que Puerto Rico carece de una base productiva saludable y estable para embarcarse en un proceso de independencia. A Isla se ha convertido en un apéndice cada vez más dependiente de transferencias federales y carece de fortaleza económica propia.
Me indigna que los que tanto critican no han dado respuestas ni generado el entusiasmo que la logrado esta provocación. Yo aplaudo cualquier opción que denuncie este pantano de estancamiento, modicidad y súplica. Por mas de un siglo llevamos un debate muy denyro de los parámetros de la democracia que ha probado ser estéril e inconsecuente y ahora, que sale de la manga una carta inusitada, todos se proclaman en pro del estatus por razones constitucionales. Que vergüenza.
A esto seres yo los aplaudo por su ingenio y creatividad, porque ha leído los tiempos de que estamos en la de hacer imposibles realidades. El argumento de que electoralmente hemos rechazado la independencia se cae de un plumazo. El favor político es un asunto dinámico y cambiante. Nótese bien las resultados de las ultimas consultas.

Reniegan la posibilidad de que es posible articular la republica soberana que nos corresponde
Con el panorama que se avecina, no tenga usted duda que la imagen internacional del Coloso del Norte va en deterioro y que las políticas de Trump van a traer un sacudida para el Estado Libre asociado y la situación de extrema dependencia. Añádale la ineptitud del gobierno de turno y entonces la fluidez toma giros dramáticos.
Los ciudadanos que sometieron la propuesta ejercen un derecho fundamental a la libre expresión, al que no le guste que critique y se ponga en fila. Y todos los señalamientos de lo que no hay y se carece; señores esa base económica insuficiente que se critica tanto, los que han tenido el poder ni la oposición han producido y ante la inminencia hacerlo salen con esta soberna cagazón. Reniegan la posibilidad de que en ese espacio de tiempo resulte posible articular la republica soberana que nos corresponde, con un sentido de futuro sustentable, con medidas correctivas que merecemos como etnia caribeña en el Siglo XXI. Me avergüenza el temor de que no podremos y me resulta uno de esos miedos que corresponde superar con la ilusión y el optimismo.
Que si todo es miel sobre hojuelas. NO. El obstáculo inmenso es el descredito de la clase política responsable de la debacle. La magnitud de la tarea requiere verdaderamente una generación nueva de la mejor gente: competente, honesta, comprometida genuinamente con su pueblo, una generación abnegada y dedicada, sin animo de lucro ni sed de poder, de lideres que escuchen ajenos al figureo de los photo ops. Gente con visión y pasión de justica social. No se si este árbol enderece, bien podemos plantar otros y cuidar mejor su desarrollo.
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