Burundanga de Zocotroco
Crisis de la Esperanza
Completar un ciclo es ocasión de terminar y comenzar, no sin evaluar el que y como ha sido. La ultima vuelta al sol estimo que ira como El Año Catastrófico del 2020. Nos azota una pandemia que amenaza con la muerte como real e inminente y un retroceso económico que se agrava cada día. Particularmente en esta Isla del Encanto, donde se confunden el ingenio y la torpeza; las hazañas, logros y proezas, así como frustraciones, vergüenzas y retrocesos.
En el transcurso del siglo pasado atravesamos grandes cambios en todas las esferas. Puerto Rico es una historia de éxito si nos fijamos en el curso del PBN, igual en el modo en que se atendió la mortalidad, la morbilidad, el analfabetismo, la escolaridad. Se controlaron enfermedades, se saneo el ambiente y la población comenzó a crecer. Se industrializó, urbanizó y expandió en sistema educativo.
Lleva a uno preguntarse porque, con un fenómeno de productividad tan sobresaliente, prevalecen la pobreza, desempleo y es uno de los países de mayor desigualdad en el mundo. Algo anda mal, no es nuevo y ha sido tan insistente el fracaso que nos hacemos menos sensibles.
En un momento del siglo pasado, la movilidad ascendente alcanzo un tope y comenzó un retroceso conducente a un descalabro que ha socavado los cimientos de nuestra cultura y nos ha lanzado a un retroceso que mejor explica la desesperanza.
La esperanza se asocia con la movilidad ascendente y el aumento en oportunidades, la solución y la mejora al alcance. Desesperanza es la emoción pasajera o estado de ánimo que se suscita cuando se da el retroceso, la situación no encuentra solución y se da por perdida.
Soy de la impresión que la Isla que atraviesa ese triste fenómeno de la desesperanza. Le abonan realidades económicas, políticas y sociales observables que podemos medir. Para ello propongo las variables demográficas de población, natalidad y migración. Las variables económicas son el PBN, ingresos, empleo, pobreza y desigualdad. Las variables sociales las observamos en: la población y matricula escolar, los planteles, tasas de graduación y deserción a distintos niveles y el rendimiento en pruebas estandarizadas. Los indicadores políticos son la participación electoral, así como el movimiento partidista.
Índice Demográfico
Población
Previo al Siglo XX Puerto Rico llevaba un notable ritmo de crecimiento poblacional. El Censo de 1860 reporta una población total de 583,308; el Censo de 1877 apunta 722,604 y el de 1877 refleja 806,798 habitantes. El Censo de 1897 no se completó, se estimó alrededor de 900,000 habitantes. Ello refleja un crecimiento de 369,953 habitantes de 40 años, a razón de 9,248 anual.
El Censo de 1899 revela una población de 953,000 habitantes, de los que 941,000 eran nativos de la Isla, 11,492 extranjeros, 75 chinos. Las mujeres superaban a los hombres a razón de 480,562/472,261.
Las estadísticas vitales señalan que de 1888 a 1898 las muertes (291,166) excedieron a los nacimientos (272,454) por 1,701. La mortalidad disminuyó de 58.4 en 1900 a 23.7 en 1901.
La población de Puerto Rico llevó un ritmo de crecimiento de 1,118,012 en 1910 a 3,725,789 en 2000 para disminuir luego a 3,194,000 millones de habitantes en 2019.
En veinte años la población ha disminuido más de medio millón de habitantes. Al presente viven 5 millones de Boricuas en USA y 3.2 millones en la Isla. La población se redujo 4.3 % en 2018 respecto al año anterior al perder 142,000 personas y quedar en 3,195,153 habitantes.
Tasa de Natalidad
Que mejor índice de esperanza que el deseo de procrear. Depende de una visión optimista de futuro, oportunidad y la aspiración a un mañana mejor.
El promedio anual de nacimientos durante un año por cada 1,000 personas (tasa bruta de natalidad) suele ser el factor para determinar la tasa de movimiento de la población. La razón de natalidad por mil habitantes en la Isla ha bajado de 25 en 1970 a 11 en 2010, llegando con los cambios de 47% del 2000 al 2015.
Entre los años 2010 y 2020 los nacimientos se redujeron un 60 % en la isla, lo que significa que de los cerca de 120 niños que nacían cada día en 2010; ahora la cifra se ha reducido a cerca de 45.
La pandemia del COVID-19 ha agudizado la caída de la natalidad en Puerto Rico, y de continuar la tendencia de este año ello supondrá que se termine 2020 con cerca de 17.000 nacimientos. Una reducción interanual próxima al 20 % sin precedentes.
“Se puede decir que en Puerto Rico el costo de procrear es alto y el nivel adquisitivo bajo; el transporte público es nulo, en las escuelas estatales el aprovechamiento académico es bajo y los alimentos tienen precios elevados, todo lo cual conduce a que las personas se piensen detenidamente si desean tener descendencia…Si se quiere que la gente tenga hijos en Puerto Rico hay que proveer seguridad a las personas, algo de lo que carecen actualmente por el desempleo y la mala situación económica.” (José Caraballo, Primera Hora 18 de octubre 2020)
Los nacimientos vivos en 2018 fueron de 21,486; los fallecidos ese añ0 fueron 29,243, los muertos superaron a los nacidos con una diferencia de 7,757. Aspecto de serias implicaciones para el remplazo generacional; junto con la migración apuntan a una despoblación progresiva, con las implicaciones que ellos tienen para la sociedad y la economía. Somos un país densamente poblado y un alivio a esa densidad es cosa buena, pero es difícil pensarlo con un país abandonado.
Migración
Si algún parámetro sirve para ilustrar la falta de oportunidad es la migración. La perdida masiva de población se explica con la escases acá, doblemente remunerada allá para los mejor preparados. Un indicador que nos sugiere la gravedad del asunto.
Entre el año 1898 y el 1940 la migración a los Estados Unidos se considera escasa, estimada en 90 mil habitantes que se reubicaron en el Norte durante ese lapso. De 1940 a 1950 la tasa saltó de 8.8 mil en 1950 a 19.9 mil en 1960, siendo el índice más alto en la historia previa, con un promedio anual de 47 mil emigrantes.
La emigración, se ha acelerado en los pasados años a causa de la prolongada recesión económica. La primera década del 2000 fue la de mayor movimiento migratorio de Puerto Rico a Estados Unidos desde el gran éxodo del 1950 a 1960. Además, es la primera década en que este movimiento se traduce en una reducción poblacional.
En los años, 2010 a 2015 la migración se volvió a acelerar. Entre julio de 2013 y 2014 salieron 61,099 personas; entre julio de 2014 y 2015 salieron 86,650 personas, para un aumento de 69%. Entre el 2010 y 2014 el promedio anual de salidas fue de 53 mil personas, sobrepasando la cumbre de la migración anterior en 1950 cuando alcanzó 47 mil. La diferencia entre la ola migratoria de los 50 y la actual es que entonces se iban con menos edad y escolaridad.
Entre los años 2010 y 2015, Puerto Rico perdió un 28.9 % de los niños de nueve años o menos, bien fuera por menos nacimientos o por emigración de estos con sus padres; en cinco años se experimentó una reducción de un 72.3% en la población del país de 19 años o menos, mientras que se registró un aumento de 69% en el sector de 70 años o más.
Esto se desarrolla en un escenario de estancamiento económico, crisis fiscal y poca capacidad para organizar servicios adecuados para la población de la tercera edad, que en su mayoría se encuentra bajo condiciones de pobreza o vulnerabilidad. Hemos perdido medio millón de habitantes en los últimos años. Esas cosas no pasan en lugares donde media la esperanza.
TO BE CONTINUED
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Copyright 2021 por José M. Umpierre. Fotos de Puerto Rico, avion y ninos en el dominio publico. Otros fotos copyrighted por Barrio Dog Productions, Inc.