Diáspora, si me escuchas…

La diaspora es una comunidad hermanada por familia y ancestros, marcada por imagenes y recuerdos de la patria.
No reclamo más poder que el derecho a la opinión y la libertad de expresarla. Aprovecho el privilegio de un espacio público para hacer un llamado urgente a la Diáspora, ese sector amplio de Boricuas que residen más allá de los mares y que conservan indisoluble una identidad que nos marca y distingue. Una comunidad hermanada por familia y ancestros, marcada por imagenes y vivencias anidadas en la memoria y los sentidos que claman pertenencia a esta patria.
Un pueblo disperso en tantos estados: Nueva York y Jersey, Connecticut, Illinois y Florida entre muchos más; puestos juntos los de allá (4.6 millones) son más de los que residimos en la Isla (3.3 millones). Esos sí ejercen los derechas plenos de la ciudadanía, votan y cuentan con representación de sus distritos. Una fuerza política que, visto lo delicado del panorama norteamericano, puede y debe ser electoralmente decisiva.
No soy amigo de lo vitriólico y me asusta la grandilocuencia, pero la situación es muy seria. El presidente Donald Trump ha tratado a Puerto Rico con dejadez y despecho, sin desestimar el menosprecio que ha hecho a la posición que ocupa. Si no proceden las gestiones de residenciamiento, la responsabilidad cívica comprometida con la razón es sacarlo de oficio.

Los puertorriqueños radicados en los Estados Unidos pueden tener una participación fundamental en 2020.
Y los puertorriqueños radicados en los Estados Unidos pueden tener una participación fundamental en una acción como esa. Urge la inscripción de lo no-inscritos, la vigilancia contínua de las tretas para limitar la participación y la activación, cuanto menos con el voto. El momento reclama la inserción, de la manera que cada cual lo entiende, congruente con su espíritu y su estilo, requiere el abandono deliberado de la indiferencia, el orgullo de solidaridad y el movimiento.
El margen de adversidad no es desdeñable; vivimos empecinados con un individualismo muy burdo y es tan fácil dividirnos en lo sacro de mi opinión. Las posibilidades de coalición las facilita un presidente que se desborda en la conducta más errática y el sentido de urgencia de que hemos visto lo peor. Pero cuidado, también aprendimos que cuando las cosas están muy mal, se pueden poner peor y una re-elección no es imposible.
Hermanos del otro lado, por favor hagan lo que no podemos hacer acá . Saquen a este bárbaro del poder, pónganse de acuerdo, activen todos sus recursos, movilicen lo inmóvil, lo que sea para que ese personaje deje de poner a riesgo la vida de individuos, atentar contra la verdad y socavar las instituciones.
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Copyright 2019 por José M. Umpierre. Foto del desfile en el dominio público; publicidad para votar usado con “fair use.”