Crisis de la Esperanza
Parte IV
Esperanza Política
Si aceptamos que la inmovilidad en la condición política mas indigna imaginable por seis siglos y bajo dos naciones, se presenta como uno de esos asuntos al que no se le ha dado solución, pues hay desesperanza para llorar hasta la eternidad. Pero de la esperanza vive el cautivo. El pasado reciente y el presente de la política puertorriqueña es asunto de asombro. Presento como evidencia tres testimonios:
“La incapacidad de generar soluciones efectivas a la destrucción masiva de viviendas e infraestructura de los eventos de septiembre 2017 y enero 2020, pese a tener los recursos para hacerlo, obligó a más hacinamiento, angustia e incrementó la precarización de condiciones de vida de la mayor parte de la población. Además, el largo deterioro de la economía, la devastadora ineptitud y corrupción en nuestro sistema político y de gobierno fueron haciendo mella en el ethos colectivo y generando desesperanza.” (Marcia Rivera ENDI 18 dic 2020)
“Todos los problemas parten de lo mismo. El uso de los recursos públicos para el beneficio de unos pocos. El saqueo de las arcas públicas por parte de políticos corruptos y de contratistas, que no pagan sus crímenes a menos que sean atrapados por el gobierno de Estados Unidos. Puerto Rico es hoy una sociedad desconfiada, escéptica, sangrante, dolida hasta el tuétano por todo lo que se le ha quitado desde las esferas de la política partidista.” (Benjamín Torres Gotay ENDI 3/1/21)
“Desde hace muchos años, los gobiernos no hacen nada por resolver o al menos contener esta situación. Su única estrategia ha sido el abandono, la especulación asociada a la privatización y la reformulación del territorio. El bien es el de los inversionistas políticos y el bien del partido. Lo demás no importa y la población restante no existe para el bipartidismo.
El Estado cobra una enorme cantidad de impuestos y no ofrece ni educación ni salud ni cultura. El ciudadano siente que se le trata con la mayor indiferencia. Los gobiernos ni educan, ni desarrollan, ni crean justicia. Su labor no se extiende mucho más allá de convertir el presupuesto en salarios altísimos para los propios y allegados.” (Eduardo Lalo ENDI 19/11/20)
Más claro no canta un gallo.
En la votación del 3 de noviembre participaron los electores que ejercieron su derecho mediante las distintas modalidades de voto adelantado (230 mil votantes) y los que fueron a sus colegios en persona (1 millón de votantes).
El voto adelantado, que hasta ahora no sobrepasaba 30 mil, se convirtió en 230 mil, para lo que la Comisión Electoral no estaba preparada. La suma de 1,230 millones que sí votaron toca ponerse en perspectiva de los 2.5 millones de electores inscritos, los que supone una abstención muy notable con una posible lectura de desesperanza.
Entre los que votaron en persona el 3 de noviembre hubo un empate virtual entre el candidato del PNP, Pedro Pierluisi y el aspirante del Partido Popular Democrático (PPD), Carlos Delgado Altieri. Pierluisi sacó 30.54% de los votos y Delgado 30.15%. Entre los otros candidatos Alexandra Lúgaro, del Movimiento Victoria Ciudadana, sacó el 16.03%; Juan Dalmau, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el 14.93% y César Vázquez, de Proyecto Dignidad, 7.58%.
Según las cifras de voto adelantado, Pierluisi obtuvo 48.19%; Delgado 40.58%; Dalmau 5.97%; Lúgaro 2.56% y Vázquez 2.53%. Esos números terminaron representando la diferencia que le permite hoy a Pierluisi llamarse gobernador electo.
Los partidos emergentes: Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y Proyecto Dignidad (PD) se presentaron como las opciones ante el bipartidismo. Los votos del 3 de noviembre lograron un total de 275,395 votos, o 21.4% de la totalidad de los sufragios emitidos (contando los 8,751 que recibió el candidato independiente a la gobernación. Ninguno logró el control de una alcaldía, distrito senatorial o representativo.
Todo nuevo comienzo tiene la semilla del optimismo; en esta ocasión concurren el comienzo de un nuevo año y de dos nuevas administraciones en Estado Unidos y en Puerto Rico. Desde la perspectiva que el divisionismo concede, anticipo que los cambios en el Norte habrán de ser para mejor, mucho mejor.
Esta por darse por concluido uno, si no el peor periodo y el mas vergonzoso de la política norteamericana. El desenlace es meramente un escándalo más en trayectoria de un presidente que demostró en todo momento su ineptitud para el cargo. Demasiado se ha dicho y se dirá para que quiera yo abundar en este tema.
Biden y Harris han de traer concordia y sanación a una nación dividida. Pero también traen una mayoría en Cámara y Senado que facilita el que se adelante la agenda de ese partido. Y para nada se debe olvidar que a ese partido mucho le convendría el Distrito de Columbia y el territorio no incorporado de Puerto Rico convertido en estados que consolide su mayoría.
Acá vivimos momentos que también sirven de aliento. Las experiencias previas demuestran que los tiempos de un pueblo enajenado pasaron, conectados y pendientes estamos, así como dispuestos a levantar la voz ante el atropello y el abuso. La movilización vibra en la memoria colectiva y si esa consciencia se tradujera en una clase política diligente y honesta, estaríamos salvados. Oscurece la sombra de la ambición desmedida, la corrupción y el historial de traqueteos que nos ha tocado vivir.
Nadie tuvo una mayoría que conceda la soberbia y hay una jauría pendiente a cualquier desliz. Eso puede ser bueno, si no se reduce a la lucha intestinal.
A Grandes Males…
La situación no es fácil, mas a cada mal toca la búsqueda de remedio.
“En Puerto Rico no hacen falta nuevas leyes ni investigaciones. Si queremos que otra sea nuestra realidad, el instrumento único de cambio social probado a través de los siglos es la acción, la ejecución disciplinada. Esto es, trabajo y más trabajo. Para un pueblo al que se le programa para que viva en la indolencia, esta no es la alternativa atrayente; no podemos perdernos, una vez más, en lo inútil e intrascendental. (Carlos Díaz Olivo ENDI 4/1/21)
Corresponde atender el fenómeno demográfico como conjunto; calibrar cual es el estado, la economía y la organización social que corresponde en una proporción justa y razonable, con un desarrollo sostenible y suficiente para proveer para el bienestar de la población.
Hace una falta aparear la riqueza que producimos con las necesidades de la gente, hace falta que el capital se quede y se reparta con mayor equidad. Posible con enmiendas gigantescas al sistema contributivo.
Se debe atender con prioridad la vergonzosa tasa de participación laboral y tener una fuerza laboral capaz, dispuesta y motivada. Hace falta empleo y remuneración para todo el que lo procure, con salarios adecuados en una industria, agricultura y comercio de capital nativo.
Hace falta retener el talento que se nos va con una Isla que alienta la ilusión de disfrutar de sus tantos encantos. Hace falta que los que se van regresen o mantengan inalterados los vínculos que asegura la mancha del plátano.
Hace falta restaurar la esperanza para que la preproducción de nuevas generaciones llegue con acceso a la oportunidad. Hace falta restaurar el sentido de excelencia en la educación y hacer del aprendizaje el vehículo de movilidad que le corresponde.
La capacidad intelectual es el nuevo factor de producción determinante. En esta nueva cancha económica, los y las puertorriqueñas podemos destacarnos y encontrar nuestro camino. Para ello, hay que abandonar el desdén, las quejas, los resentimientos y las persecuciones. Hay que pensar distinto para crear y ofrecer lo que este mundo nuevo reclama. Pero, de nuevo, hace falta disciplina y mucho trabajo. La pregunta es si nos decidimos a hacerlo o si nos quedamos perdidos en el lamento y en la espera de que el gobierno haga lo que nunca va a hacer. El talento es propio, cada quien lo tiene y lo posee. (Carlos Díaz Olivo ,ENDI 4/1/21).
La magnitud de la crisis no es para contemplaciones, requiere la acción concertada para activar la esperanza. Urge acción para solucionar lo imposible; desarrollar una economía que contribuya al bienestar de la población, que atienda el asunto eterno del desempleo y el subempleo, que brinde salarios dignos que atiendan la pobreza y la desigualdad. Urge acción para que la educación sea de la excelencia que conduce a la curiosidad y la motivación de aprender como recurso en un mundo globalizado y competitivo.
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Copyright 2021 por José M. Umpierre. Fotos de protestas y edificio copyright por el autor. Los demas fotos en el dominion público.