Encarar un tema como la cultura es una licencia extraordinaria, como lo es riesgo atender su amplitud. Los acojo con cautela, consciente de los peligros que conlleva. No creo que el gusto por el sabor y la fascinación que se me multiplica por la cocina Boricua y la incursión en el quehacer de hornos y hornillas me acredite para escribir sobre un libro de cocina, y sin embargo, aquí me encuentro abobando ideas y paladeando sabores. A los Boricuas se nos distingue por la Salsa, un termino que va mucho mas allá de ser musical pues llega a la médula de la cultura y comer sabroso es algo que nos llega por las raíces.
Lo bendecido de un clima tropical, una tierra prodigiosamente fértil, la abundancia de lluvia y agua fresca, desde siempre resultaron propicio para una diversidad de flora y fauna que natural mente le dan singularidad, amplitud y diversidad a la cocina. Y si bien vivimos momentos de espanto, siempre encontraremos encanto en las maravillas de nuestros platos que además, de nutrirnos nos da la oportunidad de celebrar el gusto.
Y con tal de celebrar el sabor, me toca reseñar Puerto Rican Cusine in America: nuyorican and bodega recipes de Oswald Rivera, ya en su segunda edición. ¡Y vaya que gusto! El color vibrante en la portada de tomates y ají dulces de inmediato sugiere el camino a un delicioso texto, que tiene tanto más que un libro de recitas.Las recetas sí las tiene, por supuesto, con la esencia de la tierra y las variaciones que induce la migración. Pero estanto más, es un retrato costumbrista, una coleccion de anécdotas y nostalgia, de esta mancha de plátano que se instala indeleble en el corazón de los boricuas y no cede ni a tiempo ni espacio. Una mirada a la cocina del que se fue, una vista al Barrio y a la Marketa, un retrato familiar tierno, una celebración de identidad y una invitación a la fiesta de sentidos que se aviva al sólo dorar cebolla, ajo, cilantro, ají dulce y recao en aceite para un sofrito criollo.
“La cocina nuyorican es sencilla y suculenta, con distintivo propio y sobre todo es deliciosa. Es nuestra tradición clásica con su infusión de España, Gran Bretaña, Holanda e influencias Caribeñas. Sostenido la declaración que hice diez años atrás: esta a la par con su contrapartida europea y asiática.” Declaración a la que este Zpcotroco se adscribe con entusiasmo.
Cada capítulo, léase los de sopas, ensaladas, pescado, carnes y postres que usualmente encontramos en este tipo de publicación, se hace notar un humor, que también es distintivo de nuestra cultura. Debe notarse que la publicación es en ingles y que reitera el carácter bilingüe de nuestra identidad que aunque inmersa en migración, insiste en el español.
El libro de Oswald Rivera es tanto más que un texto de recetas, es una muestra de lo mejor de lo que somos y explica bien porque los plátanos hoy se encuentran difundidos en el Norte ya fuera de las grandes ciudades. Contamos con un recurso creativo y vital capaz de subyugar el paladar más exigente! El auge que ha tenido el buen comer en la Isla ha tenido una evolución en que han proliferado los chefs, los restaurantes, fondas y chinchorros donde el comensal encontrará la oportunidad de conocer maravillas. Y si el lector no tiene la dicha de allegarse al origen en la tierra, pues este libro y un viaje al mercado bien lo conducen o lo traen de vuelta a los sabores de la Isla.
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