Genética, Mentiras e Identidad
Este zocotroco en su vejez se empecina en conservar un lado ingenuo, crédulo y romántico, en conflicto con la suspicacia, la desconfianza y el cinismo que también vienen con la experiencia. Tiene buen ojo para escoger amigos, mas se irrita con el incumplimiento, aflige con la indiferencia y permanece humilde, pues se equivoca con pasmosa frecuencia. Entre sus haberes más valiosos cuenta con los afectos de unos pocos que constituye el círculo más íntimo.
El más reciente en entrar en ese círculo es Víctor Sánchez Cardona. Van más de cinco años que nos conocimos y radica como mi vecino y amigo. A sus 80 años, es otro zocotroco que busca sentido a nuestra Burundanga. El más complejo y contradictorio de los que conozco; siendo el más viejo es el mas joven de mis amigos pues su pensamiento se alimenta de una energía vital inagotable.
Ideólogo rebelde, eterno disidente, formado en lo mas riguroso de las ciencias; profesor, biólogo, investigador, pintor y consultor de sistemas de información, con mundo para repartir a viajeros frecuentes. Víctor viene dotado de la sencillez más transparente, un trato gentil y una simpatía que invita a la conversación. No carece de sus diablos interiores; su convicción a veces luce infranqueable y vive acosado por la inconformidad ante los aspectos menos nobles de la Burundanga, por lo que comparte la tarea de desenmarañarla.
Su aproximación a nuestro origen se fundamenta en los estudios genéticos del profesor Martínez Cruzado sobre la herencia de los puertorriqueños. Estos estudios complementan los de DNA, focalizando en el ADN. Las investigaciones destacan que el genoma en el núcleo de la célula DNA es una mezcla de genes aportados por el padre y la madres en cada generación. El ADN mitocondrial por su parte, se hereda de la madre; por lo que todos los hijos e hijas de una mujer, aunque sean de padres diferentes, tendrán un ADN mitocondrial exactamente igual. Un clon del de la abuela, del de la bisabuela, la tatarabuela y de todas las precedentes.
El ADN de las mitocondrias tiene un valor crucial para los antropólogos pues provee evidencia fáctica, contundente e irrefutable, de la actividad migratoria y composición poblacional en el largo plazo de cualquier grupo humano. La evidencia derivada de las investigaciones de Martínez Cruzado sostiene que la composición del genoma del puertorriqueño típico consiste de genes aportados por tres poblaciones distintas; una amerindia, otra europea y una africana. Algo que no nos resulta extraño pues ha sido validado de forma reiterada por la historia y la cultura.
Lo que resulta sorprendente es que el 61% de la población actual puertorriqueña desciende directa y exclusivamente, en una filiación ininterrumpida, de madres precolombinas; el equivalente a unos 2.2 millones de puertorriqueños de los hoy sobre tres millones de residentes en la Isla. También de acuerdo a las investigaciones del profesor Martínez Cruzado, los puertorriqueños con madres y abuelas africanas ascienden a 936,000, mientras que el número de descendientes de madres y abuelas europeas es de 464,000. Este hecho niega la idea prevaleciente y ampliamente difundida que la población Taína precolombina de nuestra Isla se extinguió sin dejar herederos, una vez la isla fue colonizada por la corona española.
Un hallazgo de implicaciones trascendentales en cuanto identidad y cultura, con serias implicaciones para la Burundanga. A nivel personal, el hallazgo abre los ojos y añade óptica al mirarnos a nosotros mismos con el lente taíno. Entonces comenzamos a notar con mas curiosidad como abunda el color cobrizo, los rasgos faciales y físicos de esa etnia. Resulta inevitable la indignación y el coraje ante el engaño de que nuestro mayor legado, el territorio, la libertad y la soberanía han sido escamoteados. Tampoco puedo evitar la fascinación ante el modo con que se confabula y sostiene la mentira y el desafío de desenmascararla.
Los hallazgos del Profesor Martínez Cruzado, junto con la novedosa perspectiva de Víctor, contribuyen a re-focalizar nuestra identidad y tiene profundas implicaciones para la noción de la Madre Patria. Estando nuestra herencia firmemente arraigada a la cultura amerindia, nuestra Madre Patria es Boriquén y nuestra alianza natural es con hermanos con que compartimos esa dote. Ese mundo inmenso de culturas indígenas que se prodigan desde antes de los conquistadores. Los amerindios que llegaran a Borinquén del norte y del sur, crearon un vinculo ancestral con los pobladores originales de tres continentes que hoy nos debe servir para añadir perspectiva a nuestro futuro.
NB. Las pinturas de Víctor Sánchez Cardona que ilustran el ensayo se encaminan a exposiciones en South Beach, Nueva York y Paris. Al presente revisa su libro La Jaula de las Falsas Creencias para una segunda edición.
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