Burundanga de Zocotroco
José M. Umpierre
No puedo evitar añadir la voz al coro de indignacion. La Isla Flotante de Basura que aludió el comediante Tony Hincheclife en el evento del Partido Republicano recientemente en Madison Square Garden de Nueva York ha tenido una resonancia descomunal. La frase ha levantado un clamor de figuras públicas que van desde el Arsobispo de San Juan hasta Jennifer López, Bad Bunny y Ricky Martin. En evento que podría ser dedo que incline la balanza electoral; los boricuas de la diáspora constituyen un poder político que pudría ser decisivo. En una elección tan cerrada como esta, cualquier detalle es suficiente y este es uno que atenta en contra de eso que los boricuas tenemos en común, más allá de tantas diferencias.
El orgullo que produce ser de este terruño es un fenomeno complejo; se nutre de la belleza de esta Isla sin igual, del palpitar vibrante de nuestra cultura, del talento que se ha repartido por el mundo en todos los géneros de creación, porque celebramos el mondongo y la Burundanga. Las tantas valoraciones de lo que somos edifica un orgullo inalienable, acentuado por los agravios y atropellos en la historia que aportan a la combatividad de nuestros reclamos.
El mequetrefe disparó la broma equivocada en un escenario y un evento que sirven para confirmar lo que tanto se sospecha. Es claro que cada cual tiene derecho a su opinión y no todo tiene que ser halago, pero… el lugar, la ocasión y la respuesta subsiguiente de los poderes validan y ratifican el agravio. Para los que tengan dudas de la estima y valoración que los magos y magas hacen de nosotros, pues la argumentación ha sido elocuente: somos una isla de basura.
El modo en que esto repercuta en las elecciones no va a requerir mucha paciencia, en unos días sabremos. Claro que estaremos pendiente de cómo se perfila el voto en Pensilvania, que es donde el asunto es crítico. A ver que castigo emiten los nuestros en Nueva York, Connecticut y en Florida, en que medida contribuyen a un triunfo que debería ser contundente e inapelable pues lo contencioso está anunciado. En una elección tan cerrada en que cada voto cuenta, quiero pensar que la diáspora borinqueña ha oído claramente la señal y que contribuirán decisivamente a devolver el oxígeno a la política norteamericana que tan necesitada está de un respiro.
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Copyright por José M. Umpierre. Los dos imagenes en el dominio público.