Burundanga de Zocotroco
El Issue del Estatus
De esas pocas verdades que me atrevo a sostener sin controversia es que la sociedad puertorriqueña esta dividida entre los que consideran la condición colonial como causa de los males y los que no.
En contra de la colonia han estado siempre los independentistas y socialistas que tradicionalmente han sido minorías, como los promotores de la estadidad que andan fluctuando en su mayoría. Concurren en que carecemos de los derechos plenos que corresponden a una sociedad democrática. Al otro lado están los defensores del Estado Libre Asociado que han contado con mayorías igualmente cambiantes, que tenemos una forma de gobierno no colonial, a pesar del contundente mensaje federal que seguimos siendo territorio no incorporado.
Los primeros lo atribuyen la causa al Imperialismo Yanqui, que reafirma nuestro carácter territorial y somete al capitalismo expansionista neoliberal. Los segundos entienden que la solución es adquirir la plenitud de derechos como parte de la república del norte. Los terceros se aferran a la esperanza de un ELA desarrollado. Cada cual intentando la movilización de la consciencia del electo y el voto a sus posturas.
En tiempos recientes, dos eventos han transcurrido que competen al tema de la relación política de Puerto Rico y los Estados Unidos. El Congreso (el Comité de Asuntos Territoriales para ser preciso) pretendió adelantar legislación descolonizadora que no llegó a primera base y luce descarrilada. Leña para este pesaroso inmovilismo que data de siglos.
Hace unos días el Presidente Biden se reunió con el Gobernador Pierluisi en lo que la consejera Susan Rice ha descrito como: “una oportunidad generacional”. Tras su visita a Ponce a raíz de la devastación acumulada por los fenómenos naturales, el gobierno de Biden ha propuesto un plan para elevar el nivel y entrenar el capital humano, crear empleos, diversificar la economía e impulsar una infraestructura con un sistema energético resilente de energía renovable.
Y yo me pregunto si el cielo existe o alguien ha estado escuchando. El mensaje toca todas las cuerdas correctas y hace sentido, al menos a la realidad que percibo en este abatido pueblo. Que venga con una dadiva de 120,000 millones no es poca cosa.
El proyecto también propone la agilización de la inversión de ese capital. Y acá, que se supone seamos beneficiarios de las derramas, pues oiga que “nonines”. El sistema eléctrico sigue desastrado, evidente en los continuos apagones y cambios de voltaje que afectan los enseres. Y resulta inevitable la sospecha de cuantos beneficios irán a parar a los amigos del alma y las prebendas contractuales.
La congresista Nydia Velázquez no concedió dejar fuera el elefante: “La actual relación política de Puerto Rico impide la creación de un modelo económico que sirva al pueblo de Puerto Rico. La relación de coloniaje no hace posible la formulación de un modelo económico para Puerto Rico.”
El Plan Biden habla de alinear fondos para una recuperación plena y resilente como agenda inmediata, la relación política, luego de que se logre una estabilidad que haga viable la descolonización con mejores posibilidades.
Si fuese cierto que ha de caer maná del cielo; que se vea, que se sienta, que sirva para convencernos de que si es una ocasión de cada 20 años, por ahora, la recuperación económica es lo prioritario. Como se define estabilidad es una tarea de ambigüedad que nos deja en lo mismo y podría ser asunto de otro siglo. La negación viene desde que Muñoz promulgase a la frase conocida y repetida por mas de 80 años, pues el empeño estaba en el desarrollo económico. Y seguimos con la misma tonada.
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Copyright 2022 by José M. Umpierre. Imagen de la bandera Puertoriquena con toro copyright por el autor. Los otros imagenes en el dominio publico.